12 Pero ahora caigo en cuenta de los males que hice en Jerusalén,
cuando me llevé los objetos de plata y oro que en ella había y envié gente
para exterminar sin motivo a los habitantes de Judá.
13 Reconozco que por esta causa me han sobrevenido los males
presentes y muero de inmensa pesadumbre en tierra extraña.»
14 Llamó luego a Filipo, uno de sus amigos, y le puso al frente de
todo su reino.
15 Le dio su diadema, sus vestidos y su anillo, encargándole que
educara a su hijo Antíoco y le preparara para que fuese rey.
16 Allí murió el rey Antíoco el año 149.
17 Lisias, al saber la muerte del rey, puso en el trono a su hijo
Antíoco, al que había educado desde niño, y le dio el sobrenombre
de
Eupátor.
18 La guarnición de la Ciudadela tenía sitiado a Israel en el recinto
del Lugar Santo; buscaba siempre ocasión de causarle mal y de
ofrecer
apoyo a los gentiles.